Del eslogan se desprende que en España los obreros no tienen derechos.
Es decir: España no es una democracia porque ésta respeta los derechos de todos.
Incluso a Ignacio Fernádez «Toxo» (CC.OO.) que nos recuerda al toco mocho y Josep María Álvarez (UGT), que nos recuerda al doctor Mengele les traiciona el subconsciente.