Imagine Ud. a un posible diputado de Podemos llamado Diego Cañamero, excelente persona, luchador empedernido, marchando en manifestación contra las bases de la OTAN en Rota y Morón… flanqueado por el ex general, Julio Rodriguez.
Qué mundo tan maravilloso… Porque ¡oiga! (y esto es un secreto, no se lo cuente Ud. a nadie) resulta que el carnicerito de Libia es un militar de izquierdas igualito que lo fue Hugo Chávez. ¡Que sí hombre, que sí! Que lo dice Julio Anguita, ¡que no te enteras, Contreras!.
Lo dice, sí, y de la misma manera, tras un quiebro y regate futbolistico de esos de los de la antigua usanza que llamaban “encaje de volillos”, también recomienda votar por cualquiera de la extrema derecha con tal de que sea decente. Y se queda tan pancho. Ofú, quillo, ¡qué descansao se ha quedao!.
Al respecto nos asalta tremenda duda: ¿dónde está la decencia en la extrema derecha?
¿Decencia? ¿Paciencia? Paciencia es la que hay que tener para soportar esta cruz ¡Ay Cruzado qué cruz me ha tocao contigo!