La militarización del transporte público en Córdoba, centro de Argentina, como medida para romper la huelga de choferes, ha sido rechazada por diferentes voces.
El intendente de Córdoba, Ramón Mestre, ha decidido este lunes militarizar el transporte público con el objetivo de quebrar la huelga que llevan adelante, desde hace más de una semana, trabajadores del transporte de esa ciudad.
Este mismo día, Juan Schiaretti, gobernador de la provincia de Códoba, quien apoya la medida tomada por Mestre, ha presentado en conferencia de prensa un proyecto para declarar “servicio esencial” al transporte público, una medida que a juicio de muchos impide el libre ejercicio del derecho a huelga laboral.
El diputado argentino y dirigente del Partido Obrero-Frente de Izquierda Néstor Pitrola ha rechazado la presencia de gendarmes en el transporte público cordobés.
“Antes los docentes, ahora los choferes, todos los que luchan por el salario y sus familias son elegidos como enemigos por el Gobierno, en este caso por el gobierno cordobés de Ramón Mestre”, sostiene Pitrola, quien tacha de “incalificable” la “militarización” que “está fracasando, sólo agrava el conflicto al igual que los despidos”.
El gobierno de Córdoba hace eje en la derrota de la huelga salarial del transporte. Primero los docentes, ahora los choferes ¿hasta cuándo?
— Néstor Pitrola (@nestorpitrola) June 12, 2017
Asimismo, el legislador ha asegurado que “el punto es resolver la cuestión salarial, porque con 8 % nadie en la Argentina que viva de su trabajo puede afrontar la inflación del año sumada a la pérdida del año anterior. Toda la cuestión de las paritarias y el ajuste se expresan concentradamente en esta huelga de los choferes cordobeses”.
“Ellos merecen todo nuestro apoyo porque luchan por una causa en beneficio de sus familias trabajadoras y de todo el pueblo trabajador argentino: que el salario cubra una canasta familiar”, ha puntualizado.
Según lo ha consignado la misma Policía, había 600 agentes locales en Córdoba para el operativo, 400 gendarmes y 50 policías federales.
Sin embargo, a pesar de esto, el plan no ha logrado acabar la masiva huelga. Las unidades que circulan son apenas un puñado en relación con la totalidad de la flota que poseen las empresas.
Esta previsto que los trabajadores continúen sus marchas por el centro de la ciudad, con el apoyo de otros sectores del sindicalismo y de la izquierda.
