La portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. no descarta imponer más sanciones a Irán por las protestas registradas en el país a causa del desempleo y la mala situación económica, problemas causados principalmente por los embargos de Washington.
“No nos adelantamos a las sanciones, pero ese es un instrumental, un par de cosas que tenemos en un muy amplio instrumental (…) Hay una variedad de opciones”, sostuvo el martes la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Heather Nauert, en una conferencia de prensa.
Irónicamente, las sanciones impuestas por EE.UU. a Irán en los últimos años son la causa primordial de los problemas económicos de la República Islámica de Irán, y por tanto detonante de las protestas pacíficas registradas recientemente en algunas ciudades iraníes.
Aunque el pueblo iraní ha rechazado de plana el apoyo ofrecido por el presidente de EE.UU., Donald Trump, a un “cambio” en el país, la portavoz estadounidense insiste en que Washington apoya a la nación iraní para que “sus voces sean escuchadas”.
Al mismo tiempo, la diplomática estadounidense precisó que su país está monitoreando las informaciones sobre las manifestaciones en Irán “muy cuidadosamente” para ver si se vulneran los derechos humanos en las protestas.
Conforme a Nauert, Estados Unidos tiene la intención de “amplificar las voces del pueblo iraní”.
Las autoridades iraníes, por su parte, han rechazado las acusaciones de EE.UU. de reprimir las protestas, asegurando que el apoyo de Trump a los disturbios es una muestra clara de sus conatos para desestabilizar Irán e “impulsar una nueva sedición en el país”.
EE.UU. politiza las protestas por causas económicas en Irán y su aparente apoyo a las mismas solo provoca sarcasmo. De hecho, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajarova, en relación al llamado de EE.UU. a una sesión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) sobre las protestas en Irán, recuerda las protestas en EE.UU. y la brutal represión por parte de las fuerzas estadounidenses de los manifestantes.
Y con evidente ironía escribe en Facebook: “No hay dudas de que la delegación de EE.UU, tiene qué contar al mundo, Nikki Haley podría compartir la experiencia norteamericana dispersando manifestaciones de protestas, contar los detalles sobre cómo se efectuaban arrestos masivos y se reprimía el movimiento Occupy Wall Street o cómo se ‘defendía’ Ferguson”.
Incluso la exembajadora de EE.UU. ante las Naciones Unidas Samantha Power ironizó el lunes sobre el doble rasero que la actual Administración estadounidense de Donald Trump aplica a la nación iraní: os apoyamos, pero no os dejamos viajar a EE.UU.
El Gobierno de Irán ha reconocido totalmente el derecho del pueblo a protestar, pero distingue entre manifestantes y sediciosos, estos últimos solo buscan alterar la seguridad pública y, como en cualquier otro país, se les dará una respuesta adecuada.
