El gabinete de ministros del Reino Unido respaldó a la primera ministra, Theresa May, para que junto a Estados Unidos y Francia ‘tome medidas’ contra Siria a fin de ‘disuadir el uso posterior de armas químicas’ por parte de Damasco, al que acusan de haber lanzado un ataque con gas de cloro en Duma.
Durante una reunión de dos horas y sin prueba alguna, los ministros británicos coincidieron en que resulta “altamente probable” que el Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad, “sea responsable” del supuesto ataque químico en la región de Guta Oriental registrado el sábado, según una portavoz de Downing Street, citada por la cadena de televisión británica, BBC.
Asimismo, los funcionarios británicos acordaron que el uso de armas químicas no debe “pasar sin oposición”. “El gabinete estuvo de acuerdo en la necesidad de tomar medidas para aliviar la angustia humanitaria y disuadir el uso posterior de armas químicas”, recalcaron.
No obstante, no se han mencionado detalles de la participación del Reino Unido en alguna acción militar en Siria. A su vez, el ministro británico de Transporte, Jo Johnson, precisó al medio británico “que no se ha tomado ninguna decisión sobre la naturaleza de cualquier acción”.
Entre tanto, está previsto que el presidente de EE.UU., Donald Trump, hable por teléfono con May y su homólogo francés, Emmanuel Macron, sobre la forma en que podría ejecutarse la acción militar sobre Siria.
Sin embargo, este jueves, la Casa Blanca ha informado que “no se ha tomado una decisión final” sobre el supuesto ataque.
En los últimos días, Estados Unidos y varios de sus aliados han amenazado con una inminente acción militar contra Siria, si bien, las autoridades sirias rechazan tajantemente esas acusaciones y señalan a los extremistas como autores del incidente.
Ante las especulaciones del ataque de EE.UU., Rusia y Siria han puesto a sus Fuerzas Armadas en máxima alerta de combate, a la vez que Moscú ha advertido de que derribará los misiles que Washington lance contra el país árabe.
