Este 23 de abril, contestando a preguntas de periodistas durante su visita oficial a Pekín, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha expresado su preocupación sobre el futuro pacífico de Siria en relación con el reciente ataque perpetrado contra el país árabe por EE.UU., el Reino Unido y Francia.
“Aunque hemos advertido de manera más firme a nuestros socios europeos y norteamericanos, que tomaron parte en esta ‘aventura’, sin duda hay que prepararse, las provocaciones [en Siria] se repetirán. Nos preocupan los planes de nuestros socios occidentales para el futuro de Siria”, ha comentado el jefe de la diplomacia rusa.
Asimismo, Lavrov ha recordado que “recientemente el presidente de Francia, Emmanuel Macron, instó a EE.UU. a que no retire sus tropas de Siria, incluso cuando el último terrorista sea eliminado o expulsado del territorio de ese país. El líder francés afirmó que es indispensable permanecer allí casi de forma continua, construir una nueva Siria. Esto ya se parece a la actitud colonial”.
Además, lo anterior contradice las afirmaciones anteriores sobre las razones de la presencia de las tropas de la coalición liderada por EE.UU. en territorio del país árabe. “Vamos a aclarar con nuestros socios franceses qué es lo que tenían en cuenta, porque hasta ahora a todos los niveles nos declaraban que la coalición bajo el liderazgo de EE.UU. opera en Siria únicamente para erradicar la amenaza del terrorismo que viene del Estado Islámico y otras estructuras”, ha destacado Lavrov.
Asimismo, el ministro ha recalcado que la cuestión sobre el suministro de sistemas de misiles antiaéreos S-300 a Siria por parte de Rusia “todavía no se ha resuelto”.
Anteriormente, en una entrevista con RIA Novosti, Lavrov afirmó que tras el ataque de la triada de países occidentales, Rusia no tiene “barreras morales que le impidan suministrar el sistema S-300 a Damasco”.
