Corea del Norte rechaza las ‘ridículas’ críticas de Estados Unidos sobre las ‘violaciones de los derechos humanos’ en el país asiático a pocas semanas de producirse el encuentro entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un.
“Esto es realmente ridículo y hace pensar en un ladrón que pide el arresto de otro ladrón”, indicó el martes la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA, por sus siglas en inglés).
La semana pasada, el Departamento estadounidense de Estado acusó al país asiático de cometer “flagrantes violaciones de los derechos humanos”, haciendo referencia a lo que dio en llamar ejecuciones extrajudiciales y actos de tortura.
Sin embargo, Pyongyang aseguró que Washington, como el “semillero” de las violaciones de los derechos humanos, no puede defender esos derechos, pues en EE.UU. la violencia armada es “como un cáncer”.
Lanzando tales acusaciones, precisó KCNA, EE.UU. persigue el objetivo de “desintegrar aquellos países que le desobedecen” y de fabricar un “pretexto para atacar a otros países y presionarles política, militar y económicamente”.
En línea con el referido reporte estadounidense, el relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la situación de los derechos humanos en Corea del Norte, Tomás Ojea Quintana destacó, por su parte, la misma jornada, que cualquier acuerdo que no contemple los derechos ni las necesidades de la población norcoreana será precario.
Con lo del acuerdo Quintana aludía a la reunión que celebrarán en mayo o junio Kim y Trump, en un intento por rebajar las tensiones entre ambas partes.
A fin de manifestar su compromiso con la paz y el crecimiento económico, el líder norcoreano anunció el 20 de abril que Corea del Norte suspendía las pruebas nucleares y los lanzamientos de misiles balísticos intercontinentales, y afirmó que comenzaría a dialogar con la comunidad internacional.
