EE.UU. ha llamado a los venezolanos, incluidos los militares, a que se rebelen contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, y a cambio promete revertir las sanciones impuestas contra Venezuela. De trasfondo la cuenta atrás para la celebración de las elecciones presidenciales venezolanas.
El encargado de Latinoamérica y el Caribe en la Casa Blanca, Juan Cruz, llamó a todos los venezolanos a “honrar” su Constitución y a “desobedecer al autoritarismo chavista”.
“Llamamos a todos los ciudadanos a cumplir con sus deberes descritos en esta Constitución e instamos a los militares a respetar el juramento que tomaron para llevar a cabo sus funciones. Hagan honor a su juramento”, indicó el funcionario de la Casa Blanca, citado el lunes por el medio estadounidense Univision.
Cruz, un veterano agente de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) con experiencia en varios países suramericanos, tachó, asimismo, de “loco” a Maduro, e instó al Ejército de ese país a derrocar a “ese demente” bajo una “disposición constitucional que justifica la rebelión contra las dictaduras”.
Pese a todo, Maduro, según los sondeos, es el favorito para ganar las elecciones previstas para el próximo 20 de mayo y por tanto permanecer en el cargo.
El subsecretario adjunto para el Hemisferio Occidental en el Departamento de Estado de EE.UU., Michael Fitzpatrick, por su parte, resaltó en la misma jornada que Washington está dispuesto a levantar las sanciones si el Gobierno venezolano cambia de política.
“Con mucho gusto revertiríamos esas sanciones financieras cuando el gobierno o los funcionarios cambien su rumbo”, señaló Fitzpatrick, que también dirige el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos en Washington.
De igual modo, rechazó que el agravamiento de la situación económica en el país bolivariano tenga algo que ver con las sanciones económicas de Estados Unidos. Fitzpatrick aseguró que la economía venezolana había colapsado mucho antes de la aplicación de los embargos económicos y echó la culpa de la precaria situación económica y política del país a las medidas que adopta Caracas.
El Gobierno de Maduro ha denunciado una y otra vez que la Casa Blanca se vale de la oposición venezolana para orquestar una guerra económica y, con el desabastecimiento, la especulación y el acaparamiento, entre otras medidas, trata de desestabilizar el país y facilitar un golpe de Estado.
