La solicitud del crédito excepcional Stand-by de Argentina fue transmitida a la junta ejecutiva del Fondo Monetario Internacional.
La directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Cristina Lagarde, recibió este viernes una solicitud de Argentina para solicitar un crédito Stand-by de alto riesgo.
A través de un comunicado, Largarde indicó que transmitió a la Junta Ejecutiva del FMI la intención de las autoridades argentinas de solicitar un acuerdo para rescatar su programa económico.
.@Lagarde: Presenté al Directorio Ejecutivo la intención de las autoridades argentinas de solicitar asistencia financiera. Estos objetivos cuentan con nuestro pleno respaldo. El diálogo continuará en DC con el objetivo de llevarlo a una rápida culminación. https://t.co/AVd1bwIjks pic.twitter.com/D2t8yKmoOE
— FMI (@FMInoticias) May 18, 2018
Hasta el momento se desconoce la cifra total del crédito Stand-by, debido a que el Gobierno argentino considera que continúan las negociaciones, pero en relación a la cuota que tiene Argentina en el organismo, el crédito que el FMI le puede dar a la nación suramericana es de unos 19.700,7 millones de dólares o un financiamiento de 6.566,9 millones de dólares al año.
Respaldo a las políticas económicas de Macri
Por otro lado, Lagarde reiteró el apoyo del FMI al programa económico del mandatario argentino que enfrenta una “volatilidad financiera significativa” debido a las “vulnerabilidades” que dejó la lentitud con las que se ha ajustado la economía de la nación.
The IMF Board discussed Argentina’s request for financial assistance. #Argentina is a partner and we offer support to help counter market volatility, protect growth, job creation and social cohesion. IMF and Argentine teams will continue discussions. https://t.co/XCSM3ZRZLB pic.twitter.com/UdR3SLslya
— Christine Lagarde (@Lagarde) May 18, 2018
Recordó además que los programas económicos de Argentina son de exclusiva autoría del presidente de esta nación y su administración.
En días pasado, el primer mandatario argentino informó que cambió la meta de su déficit fiscal del 3,2 por ciento al 2,7 por ciento en 2018, y para lograr este objetivo uno de sus planes es reducir las planillas laborales y gastos generales de la nación.