La Generalitat catalana celebra las propuestas de reforma de la Constitución del Gobierno Pedro Sánchez, pero ha advertido que se debe al mandato del 1 de octubre.
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, se ha reunido con los diferentes partidos para reiniciar la actividad política normal en Cataluña, tras meses de parón. En estos primeros compases, el Gobierno catalán ha aplaudido la propuesta socialista de reformar de la Constitución, pero se ha mantenido fiel al mandato del referéndum del 1 de octubre. Torra prepara su reunión con Sánchez, aún sin fecha, con voluntad de llegar a acuerdos.
El Gobierno catalán ha pedido a Sánchez que permita la recuperación de leyes sociales impugnadas por exgobernante de Moncloa Mariano Rajoy y le ha exigido claridad en su postura sobre Cataluña. En este sentido, ha rechazado las últimas declaraciones del titular de exteriores, Josep Borrell, afirmando que Cataluña está borde del enfrentamiento civil.
El parlamentario Xavier Domènech ha apostado por crear una mesa de diálogo para abordar el conflicto, un tono alejado de la Candidatura de Unidad Popular (CUP), que desconfía del diálogo con el Estado y apuesta por volver a la desobediencia y la ruptura.
Por su parte, el Partido Popular (PP) ha acudido a la cita, a diferencia de la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que rechazó la invitación por la pancarta favorable a los presos independentistas colgada en la Generalitat. El PP ha normalizado así las relaciones siempre dentro la discrepancia.
Tanto la Generalitat como los partidos soberanistas han vuelto a exigir la liberación de los políticos en prisión o, como mínimo, su acercamiento a cárceles catalanas, una cuestión que sí depende del Gobierno. Precisamente, el exvicepresidente, Oriol Junqueras, desde la cárcel ha pedido a Sánchez que arriesgue y vaya más allá de gestos progresistas.
Oriol Puig, Barcelona.