Rusia considerará los casos de envenenamientos en el Reino Unido como una ‘provocación antirrusa’, si Londres sigue impidiendo el acceso a la investigación.
“Sin un acceso a los materiales de la investigación y a nuestros dos ciudadanos vamos a considerar los incidentes en Salisbury y Amesbury como una irresponsable provocación antirrusa de Londres”, ha indicado este lunes la embajada de Rusia en el Reino Unido a través de una declaración.
Londres volvió a acusar formalmente a Moscú de estar detrás del envenenamiento de una pareja de británicos —que causó el domingo la muerte de una de las víctimas— en la localidad de Wiltshire, a 12 kilómetros de Salisbury, donde en marzo del año en curso fueron envenenados, Serguéi Skripal, un exespía ruso, y su hija, Julia.
Por su parte, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajarova, ha denunciado que el proceder de Londres en la investigación del caso de los Skripal y su rechazo a que Rusia tenga la oportunidad de reunirse con las víctimas, causa cada vez más preguntas.
“Esta línea de comportamiento aumenta nuestras sospechas de que los Skripal o fueron aislados por fuerza por las autoridades británicas, o su estado no corresponde a aquel que fue anunciado anteriormente”, ha agregado.
Tras lamentar el fallecimiento de la citada mujer británica el domingo tras intoxicarse el pasado 30 de junio, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha dicho que es “absurdo” culpar a Rusia por lo ocurrido.
Estas nuevas acusaciones se suman a las que surgieron tras el ataque de Salisbury, que provocó la mayor expulsión occidental de diplomáticos rusos desde la Guerra Fría, como resultado del apoyo de los aliados de Londres que consideran a Moscú responsable.
Rusia devolvió el golpe y expulsó a los diplomáticos de países que cerraron filas con el Reino Unido cuestionando cómo Londres llegó a la conclusión de que Moscú era responsable, e incluso indicó que se podía tratar de una trama de los servicios secretos británicos.
