Turquía no aplicará las sanciones estadounidenses a Irán, ya que las considera “inapropiadas”, ha asegurado el ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu.
“Hemos dicho a una delegación estadounidense que visitó Ankara que no nos sumaremos a estas sanciones. Compramos petróleo (a Irán) y lo hacemos en condiciones adecuadas. ¿Cuál es la otra opción?”, ha declarado el jefe de la Diplomacia turca, citado este martes por el periódico local Dünya.
“Además de explicar por qué no nos plegaremos a estas sanciones de Estados Unidos, también transmitimos que no nos parecen apropiadas”, ha agregado el máximo diplomático turco.
La delegación estadounidense estuvo en Turquía la semana pasada y advirtió de que las empresas turcas que sigan negociando con Irán a partir de agosto —cuando entra en vigor la primera ronda de los embargos— no podrán operar en EE.UU. Además, instó a Ankara a detener sus importaciones de crudo del país vecino a partir de noviembre.
El Gobierno turco respondió a la advertencia diciendo que estaba trabajando para que su país no se vea afectado por las sanciones estadounidenses. Sostuvo además que Irán es un vecino importante, no solo por las relaciones de larga data, sino también por la relevancia de la cooperación económica y comercial entre ambos países.
Las importaciones turcas de crudo iraní van de hecho en aumento: en el primer trimestre de este año supusieron el 50 % del total del petróleo importado, porcentaje que en el conjunto de 2017 fue del 27 %.
El bloqueo económico a la República Islámica que pretende lograr el presidente de EE.UU., Donald Trump, tras retirar a su país del acuerdo nuclear de 2015 entre Teherán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Rusia, Francia y China, más Alemania), busca frenar “por completo” las ventas de crudo de Irán.
El presidente de Irán, Hasan Rohani, ha menospreciado las amenazas de Washington asegurando que “nunca podrá recortar los ingresos de Irán en lo que a las exportaciones de petróleo se refiere”.
