El Reino Unido ha puesto en alerta a su Ejército para la eventualidad de una salida sin acuerdo del país de la Unión Europea (UE), en marzo del año que viene.
“Los ministros han diseñado planes para enviar al Ejército a repartir alimentos, medicinas y combustible en caso de desabastecimiento si el Reino Unido se queda fuera de la UE sin un acuerdo”, ha publicado este domingo el semanario británico The Sunday Times.
Medios de prensa locales citados por el diario digital Business Insider prevén un “escenario apocalíptico” en caso de que el Gobierno de la primera ministra Theresa May no logre un acuerdo con Bruselas —el lunes pasado, el canciller Jeremy Hunt advirtió de que es un “riesgo muy real”—.
En ese caso y de acuerdo con los planes ahora sobre la mesa, publica el dominical londinense, el Reino Unido podría recurrir a militares para distribuir bienes escasos por el país mediante helicópteros y camiones del Ejército, complementándose con las autoridades civiles.
El Ministerio de Defensa británico asegura no haber recibido aún una solicitud formal para tal eventualidad, pero el Sunday Times cita fuentes oficiales que mencionan la existencia de “un plan en el que (el Ejército) asistiría a las autoridades civiles que se puede desempolvar en caso de necesidad”.
Responsables gubernamentales han comenzado ya a hacer planes de contingencia para el caso de un posible “colapso” inmediato del puerto de Dover, en el sureste de la isla de Gran Bretaña —el más cercano al continente europeo—, tras el Brexit. Se teme también que supermercados y hospitales se queden sin comida y medicamentos en apenas unos días.
Ayer sábado, la Asociación de la Industria Farmacéutica Británica anunció que hará acopio de reservas de medicinas, respondiendo a un requerimiento gubernamental, por si se produjera el llamado “Brexit duro”. “Es el mayor desafío logístico al que hayamos tenido que hacer frente en tiempos de paz”, dijo a la agencia de noticias francesa AFP el director de la patronal, Mire Sompesan.
En principio, el Brexit se hará el 29 de marzo de 2019. May, criticada tanto por partidarios como por detractores de la salida de la UE, asumió las negociaciones el martes. El tema más peliagudo es la posible reactivación de la frontera entre Irlanda del Norte (noroeste) y la República de Irlanda, apenas 21 años después de la pacificación del conflicto con los nacionalistas irlandeses.
