Rusia advierte que el grupo terrorista Al-Qaeda puede reemplazar a la banda takfirí EIIL (Daesh, en árabe) en Siria y socavar el proceso de paz en el país.
“Nuestra evaluación es que Al-Qaeda y sus aliados toman la iniciativa, convirtiéndose en un obstáculo para un acuerdo pacífico en Siria, ya que Daesh continúa desmoronándose”, aseveró el jueves el representante permanente de Rusia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Vasili Nebenzia.
En declaraciones en el organismo internacional, el diplomático ruso también se refirió a los avances de Damasco en su lucha antiterrorista informando de que actualmente el 96 % del territorio sirio esta liberado y 1,5 millones de refugiados sirios han regresado a sus hogares.
No obstante, agregó, que hay la posibilidad de que exista un número notable de células terroristas “durmientes”. En esta línea, dio como ejemplo la ciudad de Idlib (noroeste de Siria), donde dichas organizaciones intentan reclutar a menores de edad.
En otro momento de sus afirmaciones, Nebenzia sostuvo que Moscú cuenta con pruebas de que los grupos terroristas reciben armas de otros países alertando sobre el negocio del envío ilícito de armamentos con patrocinio de los servicios de inteligencia de determinados países.
“Hemos acumulado evidencia de que las armas están siendo contrabandeadas desde afuera (…) bajo la protección de las fuerzas de seguridad de otros países”, precisó para después indicar que resulta imprescindible abordar las cuestiones de rendición de cuenta para los responsables de tales actos criminales.
Del mismo modo, señaló que aunque “la torre de Babel del terrorismo global está cayendo”, las bandas takfiríes intentan coordinar entre ellos y tras fracasar en el contrabando de hidrocarburos ahora buscan nuevas fuentes financiamiento.
Además, indicó que Rusia planea discutir formas de poner fin a las entregas de armas a Daesh en una conferencia internacional sobre la lucha contra el tráfico ilícito de armas —programada para el 3 y 4 de septiembre en Moscú (capital rusa)— y llamó a establecer una red internacional de coordinadores para luchar contra el flagelo del terrorismo.
