Los pensionistas franceses han bajado a las calles de las principales ciudades del país para reclamar una mejora del poder adquisitivo.
Manifiestan su enfado con la política del Gobierno francés. Son pensionistas que, como aquí en París, denuncian la sordera del presidente Emmanuel Macron del que dicen hace caso omiso de sus reivindicaciones. Hombres y mujeres que han visto como su poder adquisitivo ha bajado y sus condiciones de vida empeorado.
En un país en el que existen algo más de 16 millones de pensionistas, el número de aquellos que vive bajo el umbral de la pobreza ha aumentado. Un 7,4 % de los jubilados forman parte de los 8 millones de pobres que cuenta Francia según las estadísticas oficiales. Jubilados, en su mayoría mujeres, que deben afrontar la subida de precios de productos alimentarios o de los seguros médicos al mismo tiempo que bajan las prestaciones a las que tienen derecho.
Estos manifestantes también ven con preocupación el proyecto gubernamental de reforma de las pensiones que afectará a los futuros jubilados. Una reforma que consideran pone en peligro el sistema de solidaridad entre generaciones.
Juan José Dorado, París.
