Rusia pone en servicio el primer reactor nuclear flotante, el cual zarpa hacia el Ártico en un viaje de 5000 kilómetros, 23 de agosto de 2019.
El diseño y construcción de la planta cuyo nombre oficial es Académico Lomonósov, ha durado una década y su periplo se inició en abril de 2018, cuando salió a remolque de San Petersburgo rumbo a Múrmansk.
El navío tiene 140 metros de largo y 30 de alto y permite albergar a 342 personas, 80 de forma permanente y el resto en turnos rotatorios de mes y medio. Cuenta también con un gimnasio y una piscina.
El Gobierno ruso ha garantizado que el Académico Lomonósov no puede hundirse en ninguna circunstancia —ni siquiera en caso de desastre natural— y que incorpora enseñanzas del desastre de 2011 en Fukushima (Japón).