El acoso a periodistas opositores continúa en Ucrania y vuelve a afectar a Yuri Tkatchev, editor-jefe del diario de Odessa Timer, que en varias ocasiones ha sido ya víctima de las acusaciones del Estado a causa de su línea editorial, no lo suficientemente patriótica para la Ucrania post-Maidan. Tkachev ha sido uno de los pocos periodistas que, a pesar de las amenazas del Estado y de los grupos de extrema derecha locales, ha tratado el tema de los presos políticos de Odessa y que ha luchado desde el primer día por exigir una investigación de la masacre del 2 de mayo de 2014. Pero si en ocasiones anteriores las amenazas del Estado habían sido al medio (con registros y la incautación de los medios online incluidas las redes sociales de Timer, que en manos del SBU comenzó a publicar propaganda nacionalista), en esta ocasión, parece ser personal.
Artículo Original: Antifashist
En Ucrania ha cambiado el Gobierno, pero no el sistema. El SBU ha iniciado una nueva ronda de persecución política. En esta ocasión, la maquinaria de la represión política acosa al periodista y editor-jefe del diario Timer de Odessa Yuri Tkatchev.
“Resulta que, además de la causa por separatismo que se abrió en febrero de 2015 contra Timer, el SBU abrió otra causa en 2017, también por separatismo, personalmente contra mí y contra mi difunto Facebook. Yuri, dicen, Tkatchev “sistemáticamente prepara y distribuye información con mensajes destructivos en el espacio informativo del Estado”.
Dos años después de la apertura del caso, a finales de julio, citas de Facebook se entregaron para que fueran examinadas lingüísticamente. Realiza la investigación el propio Servicio de Seguridad de Ucrania”, escribió Tkatchev en su canal de Telegram el pasado 31 de agosto.
“El chiste es que se ha presentado para ser analizado por los investigadores un material para la “acción de investigación – revisión de información aparecida en Internet” el 14 de junio de 2019. Es decir, un año después de que la página en la que se habían publicado esos materiales fuera borrada por la administración de Facebook. Según esto, no puede haber “inspección de información en Internet” por los investigadores, ya que en ese momento no había nada, no había nada que ver.
En resumen, es una banal y burda fabricación. Pero no es malo. Es interesante. Es evidente que, en esencia, el SBU ha recuperado alguna declaración vieja, hecha hace mucho tiempo y que desde entonces ha sido borrada. Aquí surge una cuestión: ¿por qué no se actuó en 2017 o en 2018 y sí ahora, bajo las nuevas autoridades nombradas por Zelensky? Es curioso, ¿verdad?”, se pregunta el periodista.
“Realmente pienso que es una evolución extremadamente positiva. En primer lugar, el hecho de que se haya desenterrado algo así y no algo de 2015 puede querer decir que han decidido dejar en paz a Timer y centrarse en mí personalmente. Eso sería bueno, al menos dejarían en paz a nuestro equipo y eso es genial. Y hablando de mí concretamente, en los últimos cinco años me he cansado un poco de esperar que continuara lo ocurrido en 2015 y he estado preparado para acciones contra mí. Esperar es agotador ya ahora parece que la espera llega a su fin. Estoy preparado para dar al SBU batalla intelectual en un juzgado y pretendo usar el escenario de un juicio político al 100%”, añadió el periodista.
Sería deseable que activistas por los derechos humanos y periodistas se unieran a esta batalla intelectual y que fuera de forma preventiva, en el tribunal, no cuando otro periodista opositor ya esté entre rejas.
