La Policía francesa ha detenido este sábado a al menos 89 manifestantes durante la semana 43 de protestas de los llamados “chalecos amarillos”.
Miles de “chalecos amarillos” han salido a las calles en varias ciudades francesas, en la mayor parte de los casos en manifestaciones no comunicadas que derivaron en incidentes, sobre todo en Montpellier (sur de Francia) y París (la capital).
Según las cifras provisionales, al menos 89 personas han sido arrestadas en la capital gala, ha confirmado a la agencia de noticias española Efe una portavoz de la Prefectura.
Además, 55 personas han sido multadas por intentar manifestarse en los Campos Elíseos, donde, al igual que en los alrededores de la catedral de Notre Dame, está prohibido, entre ellas Éric Drouet, uno de los líderes del movimiento de protesta.
Al mismo tiempo, en Montpellier, las fuerzas del orden han realizado algunas cargas y han utilizado gases lacrimógenos para intentar desalojar a los concentrados, calculados en unas 2000 personas, muchos con el rostro oculto.
En Ruán (noroeste de Francia), donde la convocatoria ha reunido a varios cientos de personas, también se han producido detenciones y se han impuesto multas, a raíz de los enfrentamientos entre las fuerzas del orden, que lanzaban cargas y gases lacrimógenos y manifestantes, que lanzaban proyectiles.
Los chalecos amarillos iniciaron el 17 de noviembre de 2018 sus protestas contra unas reformas del presidente Emmanuel Macron. El mandatario cumplió el pliego de reclamos y canceló su reforma.
No obstante, la ola de indignaciones aún no se ha calmado y siguen saliendo los chalecos amarillos los sábados por temas que van desde los impuestos al combustible hasta desigualdad de ingresos, así como denuncias de la violencia policial durante las marchas.
