“Los expertos que acusaron a Siria de los incidentes ocurridos en 2017 han usado los informes emitidos por un comité de investigación, que cometieron graves violaciones de los principios básicos de la misma Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ)”, reza una nota publicada por la Oficina de Prensa de la misión permanente de Rusia en este organismo internacional.
Esta advertencia se produce después de que el Equipo de Investigación e Identificación (IIT) de la OPAQ responsabilizara este miércoles a las fuerzas del Ejército de Damasco del uso de gas sarín o cloro “en al menos tres ataques contra la ciudad siria de Hama en 2017”.
La misión rusa ha descrito, no obstante, como “no confiable” el informe publicado por los expertos de la OPAQ, argumentando para ello que sus investigaciones fueron llevadas a cabo de forma remota sin visitar los lugares de los incidentes y en base a las declaraciones de las organizaciones terroristas y los llamados ‘cascos blancos’.
Por su parte, Leonid Slutsky, jefe del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma rusa (Cámara Baja del Parlamento), ha denunciado que el informe de la OPAQ incluye unas acusaciones que contradicen los testimonios reales y las evidencias que se fundamentan en la verdadera lógica.
El embajador de Rusia ante las organizaciones internacionales en Viena, Mijaíl Uliánov, ha calificado también de predecibles las conclusiones de la OPAQ, para después destacar que EE.UU. estaba presionando al organismo para culpar a Damasco.
“El IIT publicó un informe, atribuyendo tres casos de uso de armas químicas a Damasco. ¿Por qué no me sorprende? La gente cumplió el trabajo para el cual fue contratada”, ha escrito Uliánov en su cuenta de Twitter. “En realidad, la ruta de vuelo registrada por los radares estadounidenses excluye de toda culpa a Damasco”, ha agregado el embajador.
Este nuevo informe ve la luz en momentos en los que la OPAQ hace frente a diversas críticas internacionales, la última de las cuales tuvo lugar en noviembre de 2019, cuando el portal WikiLeaks anunció que una carta interna de la OPAQ revelaba que habían sido distorsionados los resultados recogidos en su informe sobre los ataques químicos en Siria.
De acuerdo con WikiLeaks, muchos de los hechos y observaciones esbozados en la versión completa del reporte de la organización están confusamente interconectados y se introdujo un sesgo involuntario en el informe, que socava su credibilidad.
El Gobierno sirio ha negado en reiteradas ocasiones haber lanzado ataques químicos contra su pueblo, y acusa a los países occidentales, bajo la tutela de EE.UU., de escenificar estos ataques para tensar la situación y justificar sus intervenciones militares en Siria.
Bajo el pretexto de un ataque químico, EE.UU., el Reino Unido y Francia lanzaron el 14 de abril de 2018 una ofensiva militar a gran escala contra Siria, sin contar con la autorización del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) y antes de que terminaran las investigaciones de la OPAQ sobre los incidentes anteriormente expuestos.
