La esterilización de mujeres y las criminales politicas eugenésicas de los imperialistas

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Darío Herchhoren.— En la antigüedad, los espartanos estrellaban contra la famosa roca tarpeya a los recién nacidos que tenían alguna deformidad de nacimiento, con lo cual se aseguraban que no habría entre los de su “raza” seres deformes, o que no sirvieran para la guerra.

Es el único antecedente de lo que es la eugenesia, es decir la selección no natural de quienes tienen que vivir y quienes no. Para aquellos que seguimos la carrera de derecho siempre fue algo sabido que a este tipo de actividad se le llamaba “homicidio eugenésico”, y que debía ser perseguido como un crimen de lesa humanidad, y contrario a los derechos humanos. Entre esos derechos está sin duda el derecho a la vida, y para las mujeres el derecho a ser madres en el momento en que lo decidan ellas mismas.

Sin embargo desde hace muchos años se viene aplicando como política de estado, la esterilización forzada de mujeres con el fin último de exterminar a determinadas “razas”, y especialmente a determinadas clases sociales o etnias consideradas inferiores.

Siempre se atribuyó a los nazis alemanes el haber esterilizado a personas que eran consideradas retardadas, o de escasa inteligencia, y que se consideraban peligrosas por su potencial capacidad para engendrar o parir hijos que según el estado atentaban contra la pureza de la raza germánica. En la película Juicio en Nuremberg hay una secuencia donde aparece un testigo que fue víctima de esas prácticas. Efectivamente el estado alemán desarrolló instituciones que se dedicaban a conseguir un tipo humano que respondiera al patrón nazi del hombre perfecto. El doctor Menguele, famoso criminal practicó todo tipo de experimentos terribles con prisioneros de campos de concentración, a los cuales sometía a sesiones con descargas eléctricas, e inyecciones de todo tipo para probar sus resultados. Esos prisioneros fueron reducidos a la categoría de ratones de laboratorio.

Los nazis merecen el mayor de los desprecios por sus crueldades, pero no fueron ni los primeros ni los únicos en aplicar políticas eugenésicas similares. Ya el gobierno inglés, aplicó en Australia y Nueva Zelanda políticas eugenésicas contra la población aborigen en los albores del siglo XX especialmente contra los maoríes, a los cuales consideraban inferiores, y sobre todo por el hecho de que eran de piel no blanca, y si no los hubieran sometido al exterminio se hubieran convertido en la mayoría de la población, cosa que el imperio inglés no podía soportar. Esas políticas se aplicaron hasta no hace muchos años ya que estuvieron vigentes hasta los años 50 del pasado siglo. Hace escasamente 30 años el gobierno inglés pidió perdón a la población maorí por estos crímenes. Aquí se aplicó en parte la esterilización en hospitales de las mujeres maoríes, y como reaseguro de esas políticas se consideraba a la población maorí como incapaz de entender y aprender, y a las mujeres maoríes que parían se les quitaban sus hijos. Se sabe que muchos de esos niños fueron literalmente asesinados, y otros sometidos desde su infancia a trabajos especialmente penosos, para que murieran pronto.

En la década de 1920, los democráticos Estados Unidos aprobaron leyes eugenésicas contra la población mejicana en California, con el argumento de que los mejicanos tenían una tendencia hacia el crimen, la vagancia y la mala vida, y que era necesario controlar el crecimiento de los chicanos y sobre todo impedir los matrimonios entre chicanos y anglosajones. Para eso se llevó a cabo una campaña de esterilización de adolescentes de entre 14 y 16 años con el objeto de que no trajeran al mundo más miembros de esa raza inferior.

Pero en realidad donde se aplicó la esterilización en masa fué en América Latina, donde los gobiernos obsecuentes hacia los EEUU aplicaron las recetas que la famosa “Alianza para el Progreso”, lanzada por el presidente Kennedy tenía una serie de propuestas en sanidad que aconsejaba achicar la población indígena para lo cual se dispusieron caravanas de médicos norteamericanos que esterilizaban a la fuerza a las indias, para que no pudieran parir.

Se calcula que de esa manera fueron esterilizadas alrededor de dos millones de adolescentes, sobre todo en Guatemala, Perú y Bolivia. En tiempos de la dictadura del general Banzer en Bolivia, fueron esterilizadas unas 400.000 adolescentes, y en Perú, en tiempos de Fujimori, otras 400.000. Esas adolescentes, ahora mujeres mayores han reclamado al estado boliviano indemnizaciones por los graves daños de todo que sufrieron. El gobierno de Evo Morales comenzó a pagar esas indemnizaciones, que ahora se han interrumpido, con la llegada de la “democracia” a Bolivia

Esto demuestra que el imperialismo carece de sentimientos, que carece de escrúpulos morales, y que no tiene límites éticos a la hora de imponer sus políticas criminales. Los nazis no fueron solo alemanes, sino que también fueron británicos y norteamericanos, que son aquellos que ahora quieren llevar la libertad y la democracia a Venezuela y a Cuba.

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