“Confío en que dentro de un par de meses esa promesa será cumplida, que podremos celebrar otro momento histórico de la historia del sionismo”, dijo el domingo en referencia a la anexión de Cisjordania el premier en funciones de Israel, Benjamín Netanyahu, en una teleconferencia con un grupo evangélico estadounidense.
Netanyahu, con la palabra “promesa”, aludía al polémico e ilegal “acuerdo del siglo”, presentado en enero por el Gobierno estadounidense de Donald Trump, que reconoce el derecho de Israel sobre toda la Cisjordania ocupada.
De hecho, la iniciativa estadounidense pretende reconocer los asentamientos israelíes de la Cisjordania ocupada a cambio de que durante los próximos 4 años se congele la construcción de nuevas colonias.
A este respecto, Netanyahu recordó que el plan de Trump “reconoce los derechos de Israel en todo Judea y Samaria” en la Cisjordania.
Palestina, por su parte, señala que EE.UU. no tiene ningún derecho a decidir sobre su soberanía y condena los complots de Israel y EE.UU., cuyo objetivo es otorgar a los palestinos una autonomía limitada en una patria repartida en distintas áreas.
Washington ya había hecho importantes concesiones al régimen israelí, por ejemplo: reconocer la ciudad palestina de Al-Quds (Jerusalén) como capital israelí y la soberanía israelí sobre el sector sirio de los altos del Golán, ocupados tras la guerra de los Seis Días (1967).
La semana pasada, Netanyahu llegó a un acuerdo de poderes compartidos con su principal rival Benny Gantz, lo que le permite presentar un plan para la anexión de Cisjordania al gabinete y al parlamento para una pronta aprobación.
El ministro palestino de Asuntos Exteriores, Riad al-Maliki, aseguró el jueves que si el régimen israelí sigue adelante y materializa dicho plan, presentarán una demanda contra Israel ante los tribunales internacionales.
También la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha denunciado el plan “ilegal” y “devastador” del régimen israelí, advirtiendo que se está conformado como una creciente amenaza.
