Así lo ha manifestado este lunes el portavoz de la Cancillería de Irán, Naser kanani, en reacción a una resolución bipartidista que fue aprobada el pasado miércoles por la Cámara de Representantes de EE.UU. que expresaba su solidaridad con los alborotadores luego de lo que se calificó como una “represión brutal” en su contra tras la muerte de la joven Mahsa Amini.
En este sentido, el vocero iraní ha indicado que “mientras que los servicios de la Inteligencia y la seguridad de Estados Unidos dicen que Irán dejó atrás los disturbios y que su apoyo a los disturbios en Irán fue inútil, ¡los congresistas estadounidenses votaron a favor de una resolución que apoya los disturbios en Irán!”, ha escrito en su cuenta de Twitter, denunciando que “(Los estadounidenses) nunca quieren aceptar las realidades sobre Irán, sino que les gusta que las realidades sean como ellos desean”.
La ley aprobada, también alienta a la Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, a “imponer de inmediato”, bajo las autoridades existentes, sanciones adicionales de derechos humanos a más funcionarios y entidades iraníes.
Estados Unidos, además, anunció el pasado lunes una nueva tanda de restricciones contra Irán para reiterar su apoyo a los disturbios estallidos en el país persa a mediados de septiembre tras la muerte de Mahsa Amini.
Aunque la Organización de la Medicina Forense de Irán confirmó que la muerte de Amini se produjo por un fallo orgánico múltiple y no por golpe en la cabeza o en órganos vitales, los países occidentales han culpado, desde el principio, a los agentes policiales del incidente, haciendo todo lo posible para manipular la información.
Las autoridades iraníes denuncian que los actos vandálicos forman parte de un plan diseñado y financiado por Estados Unidos, Israel y varios países europeos para desestabilizar el país persa y cambiar el sistema gobernante en la República Islámica.