¿Que la participación en los tres útimos comicios electorales en Cuba fue menor que una década atrás? Obvio. ¿Alguien puede pensar que, con la guerra económica que sufre el país y con la brutal guerra comunicacional en medios y redes sociales, dirigida a que la opinión pública cubana culpe de la situación a su gobierno, se puedan mantener índices superiores al 90 %? Eso es imposible. Pero lo sorprendente y, por tanto, lo que debería ser noticiable y objeto de curiosidad periodística, es que, aún en semejantes circunstancias, el 76% de la población acudiera a las urnas en las últimas elecciones generales. Un índice de participación muy alto, en una comparativa internacional.