En una conferencia de prensa, el representante permanente adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitri Polianski señaló que las investigaciones europeas no avanzan y solo generan ambigüedad.
El representante agregó que Moscú impulsará una investigación internacional que señale a los responsables del suceso y los castigue de forma apropiada por la destrucción de un sector del gasoducto.
En marzo, Rusia no logró que el Consejo de Seguridad de la ONU solicitara una investigación independiente, frente a ello, el representante asegura que Moscú seguirá con su política hasta tener resultados.
En los últimos meses, periódicos estadounidenses, incluidos el Washington Post, el New York Times y el Wall Street Journal, informaron que la Agencia Central de Inteligencia de estados Unidos sabía de un complot ucraniano para atacar los gasoductos en uno de los corredores energéticos más importantes de Rusia y que las fuerzas de seguridad de Ucrania, en conjunto con la OTAN y Estados Unidos, estarían detrás de los ataques.