Contra el pacifismo burgués y desclasado

Tras la rendición incondicional de la socialdemocracia y de muchos partidos que se llamaban comunistas ante el capitalismo; tras la renuncia a la práctica de una democracia con unos estándares mínimos de calidad que la permitan hacerse merecedora de tal nombre, le llegó el turno a los movimientos sociales «alternativos» y a muchas oenegés antaño transformadoras.