En una reciente mesa redonda con embajadores extranjeros, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, destacó la importancia del frente mediático como un componente clave en la estrategia agresiva que el «Occidente colectivo» ha implementado contra Rusia.
Lavrov subrayó que este frente no solo se dirige a su país, sino también a otros Estados de mayoría global, convirtiéndose en un campo de batalla donde se manipula la percepción pública.
El canciller ruso señaló que Ucrania ha sido transformada en un laboratorio para experimentar con «sofisticados métodos de manipulación de la conciencia pública».
Según Lavrov, el régimen de Kiev está siendo utilizado no solo para difundir desinformación, sino también para probar las capacidades de las armas occidentales en un contexto bélico real.
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También hizo referencia a las declaraciones del exprimer ministro británico Boris Johnson, quien reconoció que Occidente se encuentra en una guerra «proxy» contra Rusia.
Durante la reunión con 75 embajadores extranjeros, Lavrov abordó el tema Ucrania y actualizó la situación de los diversos frentes. Explicó las posiciones de Rusia al respecto. Recordó que Moscú siempre ha estado dispuesta a buscar una solución política al tema, pero no es lo que desean EE.UU. y los países europeos.
Además, llamó a los países que son autores de iniciativas de paz en relación con la crisis ucraniana a que respeten las directrices de la Carta de las Naciones Unidas.
Manifestó que el régimen de Kiev ha violado los derechos de los habitantes de habla rusa del Donbás y ha prohibido el idioma ruso, incluida la Iglesia Ortodoxa Ucraniana. Cuestionó como Occidente puede autoproclamarse defensor de los DD.HH. y hacer silencio respecto a estas transgresiones y a los crímenes que durante años cometieron los militares ucranianos de orientación nacionalista en Donetsk y Lugansk.