Occidente no gana para sustos, por mucha matanza que propugne y organice. Nadie tiene miedo ya a los matones occidentales. Vengo diciendo desde hace tiempo que Occidente va a morir matando. Está en crisis terminal, su hegemonía desparece un poco más cada segundo que pasa y está desesperado. El atentado en Moscú es la enésima prueba, pero no será la última. Hará todo lo que sea necesario para evitar el desastre, su desastre (y, con él, el nuestro)...