Hola, estoy en Trípoli ahora. Llegué por el aeropuerto de Mitiga, que está como el aeropuerto en los “60” y toda la gente con largas barbas y sucios.Trípoli está llena de basura que apesta. El pan normal no se puede conseguir porque escasea la harina, así que hacen el pan egipcio que es lo que he comido desde ayer noche hasta esta mañana.
Estas son las palabras de un libio al llegar de regreso a Trípoli. El aeropuerto normal de pasajeros fue incendiado, bombardeado y destruido, como sabemos y ahora solo funciona el antíguo aeropuerto militar de Mitiga.
Sus palabras sobre el aspecto de la gente que ve a su alrededor es el mismo que me dan otros amigos: La calle ha cambiado, toda la gente que se ve da miedo, es como si los libios normales ya no existieran.
La realidad es que las calles de Trípoli han sido tomadas por mercenarios a los que se les llama “extremistas”, son criminales y psicópatas peligrosos. Esta es la gente que occidente apoya y encumbra.
Todos los libros siempre hablan también del abandono de las ciudades con basuras por todo, estos supuestos “gobiernos” de Trípoli no son más que bandas de criminales pagados para controlar a la población libia, única soberana real de su propia ciudad y país.NO hay ningún interés ni movimiento por hacer algo por la población, salvo robarles y eliminarlos.
Algo inimaginable mientras Occidente vive en las nubes y Naciones Unidades nos cuenta películas de hadas y duendes.
Leonor Massanet Arbona