El enviado de la ONU para Siria ha condenado los atentados terroristas en Damasco (capital) y los ha considerado un plan para ‘echar a perder’ los diálogos de paz.
«Estos ataques han causado la muerte de civiles inocentes. Estaban dolorosamente diseñados para a echar a perder los intentos de mantener conversaciones políticas», ha lamentado el enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Siria, Staffan de Mistura, en su comunicado emitido este miércoles.
Además, ha reclamado poner fin a los ataques contra civiles y respetar plenamente el cese el fuego —en vigor desde el 29 de diciembre de 2016—, que «está siendo desafiado por violaciones sobre el terreno».
Estos ataques han causado la muerte de civiles inocentes. Estaban dolorosamente diseñados para a echar a perder los intentos de mantener conversaciones políticas», ha lamentado el enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Siria, Staffan de Mistura.
«Tras el último encuentro en Astaná y antes de Ginebra, no se debe permitir que tengan éxito las acciones para minar el camino político», ha resaltado De Mistura.
Estas declaraciones se producen la misma jornada en la que al menos 31 personas han muerto y varias han resultado heridas como consecuencia del primer atentado terrorista registrado en la sede del Palacio de Justicia en la capital siria.
Más tarde, otro atentado suicida tuvo lugar en el interior de un restaurante de Al-Rabwah, en el oeste de Damasco y a unos tres kilómetros del lugar de la primera explosión; en este último incidente se registraron decenas de heridos.
Los atentados han tenido lugar en paralelo a la celebración de la tercera ronda de las negociaciones sobre la resolución para Siria, que ha concluido la jornada de hoy en la capital kazaja, Astaná, y que fue boicoteada por la oposición armada siria.
Mencionar que este miércoles se cumplen precisamente seis años del inicio de la crisis en Siria. El opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) anunció el lunes que, desde que estallara el conflicto en el país árabe, en marzo de 2011, han muerto 321.358 personas y 145.000 están desaparecidas.