«Si llevamos las cosas al extremo, tendríamos que decir que San Martín fue pedófilo porque Remedios tenía trece años» se atreve a blasfemar -sin que ningún cristiano le cruce la cara- el psicólogo argentino, para justificar sus crímenes y su más que breve paso por la prisión.

Porque Jorge Corsi tenía todo lo necesario para triunfar en España: la primera condición ser extranjero, algo que extremadamente cotizado en el mundo de la izquierda y de los colectivos homosexuales, bisexuales, transexuales, travestidos, invertidos y mediopensionistas… Así, recuerden ustedes lo alto que ha llegado (a pesar de su minusvalía física) el también argentino Pablo Echenique en la formación podemita, o el chileno exterrorista Gonzalo Boye, editor de la prensa de George Soros en España, Mongolia y elDiario.es, defensor del asesino Rodrigo Lanza y del criminal Carlos Puigdemont.

Comentario: Desde Sott valoramos la valentía de Josele Sánchez al atreverse a denunciar todos estos crímenes de las altas esferas y es libre de expresarse como considere oportuno, pero no compartimos todos sus calificativos ni sus opiniones, principalmente, en esta última parte de su artículo.Nosotros somos muy críticos con los movimientos feministas y LGBT españoles, pero siempre manteniendo un tono más cuidadoso y, sobre todo, aportándole un contexto más amplio al lector sobre la agenda detrás de estos movimientos: (mujeres, homosexuales, etc… todos somos víctimas de esta agenda)

Y si algo le fataba a Jorge Corsi para convertirse en una autoridad intelectual en un país de cretinos (y cretinas siguiendo su ideología de género), también es homosexual.

Así las cosas, de izquierdas, extranjero y homosexual, atesoraba Jorge Corsi todos los ingredientes para ser considerado un Ortega y Gasset del siglo XXI (bueno, djemos tranquilo a don José: un Carlos Marx del siglo XXI), y el colectivo LGTBI encubró a Jorge Corsi hasta las alturas de la sapiencia de los debates televisivos de la prensa del sistema y, en su mundo de pseudointelectualidad perroflautera, acabó dando lecciones sobre la ideología de género.

Resulta lógico que cualquier imbécil, pervertido e indocumentado, acabe dando conferencias en un país donde Belén Esteban es la número uno en ventas de libros y Lucía Etxebarría escribe para Planeta…

Jorge Corsi, impulsado hasta el olimpo de «la cultureta» por el «lobby gay«, fue un auténtico cáncer para la moral y para la decencia, y uno de los artífices del texto final que, como una plaga bíblica, nos impusieron bajo la denominación (hasta en eso demuestran lo analfabetos que son los legisladores, porque las personas tienen sexo y las palabras género, así que, de género, la violencia es siempre femenina) de «Ley de Violencia de Género«.

Apocalipsis cotidiano

Ahora la femibolivarianas, o femistalinistas y los colectivos LGTBI, y las enseñadoras de tetas en capillas universitarias, los podemitas, y el resto de perroflautas han dejado de pronunciar el nombre de Jorge Carsi, desde que fue condenado a 4 años de prisión como miembro de una red pedófila.

Espero que algún día César Vidal nos iluestre sobre relación entre ideología de género y pederastia, que seguro levantaría aún más ampollas entre nuestros enemigos.

Comentario: No podemos dejar de mencionar a la activista feminista y LGTB Lola Pérez, conocida como la doctora Glas. Por desgracia estos colectivos parecen estar llenos de cucarachas:

Tanta es la infomación que estamos recopilando y las líneas de investigación que tenemos abiertas, que hemos creado un monográfico específico en el que iremos incluyendo todas las noticias relacionadas con pederastia, pedofilia, corrupción y abusos de menores que estamos publicando y que vamos a publicar.

Un Apocalipsis Cotidiano, desgraciadamente cotidiano y que infecta a la clase política, banqueros, jueces, fiscales, grandes empresarios y algún que otro periodista que ya pueden echarse a temblar porque en La Tribuna de Cartagena no vamos a darles tregua.