>> La decadencia de Estados Unidos (parte I)
>> La decadencia de Estados Unidos (parte II)
China ha desarrollado un amplio programa alternativo de financiación, al cual Estados Unidos no se quiere adherir, pero que resulta tentador para aquellos Estados dispuestos a salvarse de la debacle del dólar.
La caída del prestigio de la moneda estadounidense es incluso aprovechada por viejos aliados, como el Reino Unido, que tras el Brexit tratará de situar a la libra como una divisa mundial de gran alcance y estabilidad.
Todo indica que el poder volverá a las manos de las potencias de la isla mundial, Eurasia, ese terreno geopolítico que desde los mongoles marca el mandato real de un imperio a escala global. Esta deriva se fortalece con un papel cada vez de más peso desempeñado por potencias como la India, además de la alineación de Australia del lado de China.
Si llegase un nuevo presidente a la Casa Blanca en la siguiente elección, alguien de la clase política, no podría restaurar la Pax Americana por decreto, mucho menos mediante el uso de la fuerza a escala global.
Las posiciones de John Bolton, alentando una microguerra en Venezuela, indican que la política de compensación típica de todos los imperios en decadencia está activada.
Los políticos norteamericanos, que ya no controlan los principales activos de la isla mundial, Eurasia, y que tampoco pudieron agarrar por los pelos al Medio Oriente, deberán acostumbrarse a un mundo donde los demás países actúan como potencias, con agendas propias no coincidentes ni aliadas de Estados Unidos.
Desde la llegada de Donald Trump a la presidencia, los pobres en EE. UU. son más pobres. «Los estadounidenses que nacen en la pobreza tienen más probabilidades que nunca antes de seguir así, según un informe de las Naciones Unidas sobre la pobreza y la desigualdad en Estados Unidos.
El senador por Vermont, Bernie Sanders, y otros 18 políticos pidieron en una carta al mandatario norteamericano, que Estados Unidos «tome medidas para reducir los vergonzosos niveles de pobreza en todo el país».
Las tendencias separatistas han resurgido en la unión, sin mucha fuerza aún, pero con una tendencia al aumento que puede ser catalogada de preocupante, ante el posible advenimiento de «tiempos difíciles».
El presidente Trump se ha encontrado ante la disyuntiva de desarrollar la política aislacionista que planteó en su campaña electoral, sacar a Estados Unidos de las alianzas internacionales, poner fin a conflictos bélicos con más de una década de existencia, obligar a sus aliados a sostener la ayuda militar norteamericana en sus territorios o ceder ante el empuje del ala más guerrerista del imperio.
Los halcones, con los que finalmente ha tenido que buscar alianza el presidente, para preservar su posición política, presionan con fuerza para mantener vivos los conflictos bélicos que alimentan la economía del complejo militar industrial. Ese poderoso grupo apuesta a la guerra para enfrentar la crisis económica que se avecina.
Pence, Bolton, Abrams y Rubio, la compañía alada del mandatario, sus más cercanos colaboradores, empujan la máquina de la guerra, mientras, fracasan las conversaciones con Corea Democrática y siguen las tropas imperiales en Afganistán y Siria, se lleva al límite la situación en Venezuela.
Por ahora, todo indica al encerramiento en una vieja escuela diplomática que ve en la guerra la continuidad de la política, pero la real politik quizá a un mediano plazo traiga a la razón a un imperio, que, como el británico en su momento, entiende cada vez más que el mundo ya no le pertenece.
Aunque el hombre blanco y de clase media reviente de rabia, la decadencia de Estados Unidos es evidente y estará en marcha en las próximas dos décadas.
DATOS DE INTERÉS:
- Estados Unidos, con una población de 325 886 000 personas, es uno de los países más poblados del mundo, con 33 habitantes por km2.
- Estados Unidos sigue siendo la primera economía del mundo por volumen de PIB.
- Su deuda pública en 2016 fue de 18 036 300 millones de euros.
- Con una deuda del 107,17 % del PIB está entre los países con más deuda respecto al PIB, del mundo.
- Su deuda per cápita es de 55 818 euros por habitante y los estadounidenses son los segundos más endeudados del mundo.
- La última tasa de variación anual del IPC(Índice de Precios de Consumo) publicada en Estados Unidos es de febrero de 2019 y fue del 1,5 %.
Fuente: Datosmacro.com (UE)