Durante 5 años, los habitantes del Campamento Zé María do Tomé del Movimiento Sin Tierra en Ceará, demandan la propiedad de 1700 hectáreas y el uso de tierra, agua y energía para la producción de alimentos saludables. Sin embargo, deben enfrentar empresas creadoras de agrotóxicos y las medidas de retroceso del gobierno de Jair Bolsonaro













