Según han informado las fuentes del Ejército yemení, la unidad aérea del país árabe, apoyada por el movimiento popular Ansarolá, ha interceptado y derribado este viernes un dron espía saudí mientras sobrevolaba la localidad de Razeh, sita en la provincia noroccidental de Saada.
Por su parte, el portavoz del Ejército yemení, el general Yahya Sari, ha comunicado que sus tropas habían conseguido repeler seis ataques de las fuerzas lideradas por Arabia Saudí en las provincias de Al-Bayda (sur), Marib (centro) y Taiz (suroeste).
“La contraofensiva de las tropas yemeníes y los combatientes de Ansarolá ha dejado decenas de muertos o heridos entre las filas agresoras”, ha detallado el general Sari, citado por la cadena estatal yemení de televisión Al-Masirah.
El alto mando castrense, además, ha indicado que los aviones de combate de la coalición liderada por el régimen saudí han llevado a cabo esta misma jornada unos 7 bombardeos contra varios puntos de la provincia de Al-Yawf, en el norte del país árabe.
Estas nuevas ofensivas tienen lugar después de que la coalición militar dirigida por el régimen de Riad anunció el miércoles que observaría, a partir del jueves, un alto el fuego en Yemen para frenar la propagación del nuevo coronavirus (COVID-19).
El movimiento popular yemení Ansarolá consideró, no obstante, el anuncio de la tregua de Arabia Saudí de una estrategia para reforzarse por sus continuos fracasos ante las fuerzas yemeníes.
Recientemente, las fuerzas yemeníes, que han aumentado su capacidad militar, especialmente su poder misilístico, han derribado varios drones y han interceptado algunos aviones saudíes, demostrando así que han cambiado los derroteros de la guerra.
Tales logros ponen de relieve la incapacidad militar de Riad y sus aliados frente a las tropas yemeníes, una situación que ha puesto a Arabia Saudí en un estado de debilidad y ansiedad ante la posibilidad de que deba retirarse de Yemen, habiendo fracasado y sin poder materializar sus complots.
En medio de la pandemia de la COVID-19, que no ha dejado a salvo a ningún país, Riad continúa los boicots, conflictos y asesinatos de los yemeníes después de cinco años de la guerra contra Yemen, que ha dejado hasta el momento más de 100 000 muertos.