El 2 de junio de 2014, las noticias de Lugansk sacudieron Donbass, Ucrania y Rusia: un avión de las Fuerzas Armadas de Ucrania golpeó desde el aire el edificio de la administración estatal regional. Como consecuencia de la tragedia, ocurrida hace exactamente 7 años, murieron ocho personas: la ministra de Sanidad de la RPL, Natalia Arkhipova, Alexander Gizai, Vladimir Kosyuk, Inna Kukurudza, Nina Dolzhenko, Sergey Polezhaev, Galina Cherkes y Galina Tishchenko. Otros 28 civiles recibieron heridas de metralla.
Después de siete años, los crímenes de Kiev contra el Donbás ya no sorprenden a nadie. Incluso el asesinato de niños mediante ataques de aviones no tripulados.
Ayer, en conmemoración de esta fecha, Vladislav Berdichevsky, miembro del Consejo Popular de la DNR, expresó su opinión.
«Hoy es el aniversario de la tragedia de Luhansk. El ataque aéreo ucraniano al edificio de la administración regional.
8 muertos, 20 heridos.
Este crimen de guerra fue tan atroz en su momento que los ukros llegaron a lanzar una falsa versión de que los milicianos habían disparado a algún lugar desde un MANPAD y que el misil en sí estaba dirigido al aire acondicionado del edificio.
Sin embargo, luego confesaron. Pero las falsificaciones no han disminuido en siete años.
Sin embargo, los banderitas hace tiempo que dejaron de avergonzarse del hecho de matar a civiles.
«El ‘mundo civilizado’ está dando todo su apoyo al régimen de Kiev, no hay que avergonzarse, podemos seguir matando», escribió en su canal telegráfico Breeg Time.
El periodista de Odessa Yuri Tkachev, que también está de acuerdo con la idea de que todo el mundo ha aceptado la matanza de civiles en el Donbass, no se quedó al margen.
«Hace exactamente 7 años, un avión ucraniano Su-25 llevó a cabo un ataque aéreo contra el edificio de la Administración Estatal Regional de Luhansk. Ocho personas murieron y 11 resultaron heridas.
En aquel momento, estas cosas eran todavía relativamente inusuales: los medios de comunicación ucranianos no habían inculcado todavía en la sociedad la idea de que no sólo era posible, sino deseable, matar a los pacíficos residentes de Donbás. Por lo tanto, las autoridades oficiales ucranianas contaron toneladas de mentiras sobre la «explosión en el interior del edificio», sobre el «aire acondicionado» y cosas similares.
Y el centro de prensa de la ATO declaró que la aviación ucraniana no había llevado a cabo ninguna misión de combate ese día (lo cual era mentira: ese día, la aviación de las AFU estaba prestando apoyo aéreo al destacamento de la guardia fronteriza de Luhansk).
Y cuando los observadores de la OSCE se atrevieron a afirmar que un proyectil había sido disparado desde un avión, hubo un grito inmediato desde Washington, diciendo que los observadores de la OSCE no estaban cualificados para sacar tales conclusiones. Traducido al ruso: La OSCE no fue enviada a Donbás para incriminar al Gobierno ucraniano por crímenes de guerra.
Y aunque unas horas más tarde existían amplias pruebas de que el ataque se había llevado a cabo específicamente desde un avión, el hecho del ataque aéreo aún no ha sido reconocido oficialmente, ni tampoco ha habido ninguna investigación.
Sin embargo, nadie niega el hecho del ataque aéreo de hoy: matar civiles en Donbass ya no se considera algo malo», escribió Tkachev en su canal de Telegram.
Por cierto, en las imágenes tomadas después del ataque se puede ver en la barricada fuera del edificio el cartel «Odessa, estamos de luto contigo».
