Uno de los objetivos declarados de la operación militar de Rusia en Ucrania fue la desnazificación. El nacionalismo extremista tiene un largo historial en territorio ucraniano y cobró especial fuerza tras el golpe de Estado del 2014. Desde entonces, se ha estado desarrollando un culto a Stepán Bandera, líder ultranacionalista con una historia sangrienta, que colaboró con las tropas hitlerianas durante la Segunda Guerra Mundial.