Gabriel Rufián, diputado y portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en el circo de la “democracia” española, llamado Congreso, suele contradecirse muy habitualmente. Hoy se ha escenificado en la mencionada institución burguesa un ejemplo de esto que decimos.
ERC es supuestamente un partido republicano, luego no nos debe sorprender que arremeta contra la monarquía española. Lo que ya no se entiende muy bien es que en alguna ocasión se muestre hasta complaciente con ella.
Hoy Rufián ha vinculado al Partido Popular (PP), la Fundación Francisco Franco y la Casa Real con organizaciones criminales. Esto ha sucedido durante la primera sesión de control al Gobierno del año. Rufián ha expresado: “La próxima vez que quieran infiltrar a alguien en una organización criminal, les doy ideas: Partido Popular, Fundación Francisco Franco o Zarzuela”.
Rufián estaba haciendo referencia al caso del agente de la Policía Nacional infiltrado en movimientos sociales de Barcelona. Y no le falta razón. Lo que sucede es que señalar a la Zarzuela (Casa Real) y abstenerse en votaciones para aprobar o no los presupuestos de la Casa Real (es decir, facilitar la aprobación; un partido republicano debería votar NO), es un contrasentido.