«La tarde después de la celebración del Día de la Independencia de Ucrania [24 de agosto] en los bulevares de Vístula en Varsovia, un grupo de 12 ucranianos atacó a ocho polacos, obligándolos a gritar ‘Gloria a Ucrania'», comparte WolnośćTV.
El medio indica que los polacos se negaron a gritar el saludo neonazi. Después de eso, los ucranianos atacaron a un grupo de residentes locales y comenzaron a golpearlos. Imágenes filmadas poco después muestran a ucranianos y polacos participando en una pelea sin límites que incluyó puñetazos, patadas y botellas de vidrio rotas.
El lema Slava Ukraini (Gloria a Ucrania) es un saludo popularizado por los miembros de la Organización de Nacionalistas Ucranianos, cuyo ala militar era el Ejército Insurgente Ucraniano, que sirvieron como aliados de la Alemania nazi durante su invasión a la URSS. Desde 2018, es el saludo oficial del Ejército y la Policía de Ucrania.
Se precisa que la Policía llegó al lugar de los hechos, pero los agentes no hicieron nada y encima liberaron a los ucranianos.
El incidente provocó indignación en las redes y algunos internautas exigieron que los jóvenes «ansiosos por luchar» fueran deportados de regreso a Ucrania, mientras que otros sugirieron que la violencia era consecuencia de la política del Gobierno polaco de «someterse» a la «agenda geopolítica de Occidente». Otros sugirieron sarcásticamente que Polonia debería enviar inmediatamente «más miles de millones» de esloti a Kiev, así como «F-16 polacos».
Varsovia ha comprometido miles de millones de euros en ayuda militar y económica a Kiev y acogió con entusiasmo a más de 1,5 millones de refugiados que huyen del conflicto en Ucrania. Sin embargo, un número creciente de polacos cuestiona el rol de Varsovia en el fomento de la guerra de poder de la OTAN con Rusia y la exaltación de las autoridades ucranianas de los ultranacionalistas ucranianos de la era de la Segunda Guerra Mundial.
Parecer ser que los «polonios» no escarmentaron con la ocupación nazi de 1939-44.
Bien merecido se tienen todo lo que les pase,.
Que sigan alimentando a la bestia fascista, a ver dónde acaban otra vez.
Que verguenza y que asco me da en estos tiempos ser ucraniana. Que gran país les quedó en 1991, con todo hecho, con industria, con buenas tierras, con turismo, con un gran ejército… Y que triste ver lo que tienen ahora. Solo tristeza y muerte.