Comunicado:
El Partido de la Liberación (PL) de Argentina ratifica su histórico apoyo a la causa de Palestina, frente al genocidio perpetrado por el sionista Estado de Israel que desde 1948 viene robando sus territorios, perpetrando delitos de lesa humanidad en Cisjordania, Gaza y Jerusalén; bombardeando, invadiendo y ocupando territorios palestinos; asesinando a la población civil incluyendo mujeres y niños; manteniendo en prisión a 8 mil prisioneros y prisioneras palestinos, incumpliendo numerosas resoluciones internacionales de Naciones Unidas y de acuerdos bilaterales como el de Oslo de 1993.
Según esos acuerdos Palestina tendría un régimen de autonomía durante cinco años y luego se convertiría en un estado independiente. Pero ninguno de esos puntos se cumplió. Por el contrario, Israel tiene bloqueada por tierra, aire y mar a la Franja de Gaza desde 2007, con durísimas condiciones de vida de los 2,3 millones de palestinos que allí viven. Y en Cisjordania, la Autoridad Nacional Palestina apenas conserva una parte del territorio porque las fuerzas armadas israelíes son las que mandan, apoyadas en una gran cantidad de colonias ilegales de los ocupantes y el muro del Apartheid. Allí y en la Jerusalén oriental hay demolición de viviendas palestinas, creación de nuevas colonias y, crímenes sionistas, privación del agua a los palestinos, muertes incluso de periodistas y un largo etcétera.
En Jerusalén ni siquiera se los deja a los palestinos ingresar libremente y orar en la mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar sagrado del Islam después de la Meca y Medina, en Arabia Saudita. Debe ser por eso que la organización islamista Hamas, que gobierna Gaza, y su brazo armado las brigadas Al Qassam, denominaron “Diluvio Al Aqsa” a su operación militar de ayer 7 de octubre, contra Israel. Durante 20 minutos lanzaron miles de cohetes y misiles desde Gaza contra ciudades israelíes, incluyendo Tel Aviv, ingresaron a varios cuarteles militares y tomaron prisioneros a oficiales y soldados, varios de los cuales murieron en el enfrentamiento, destruyeron tanques Merkava y otros blindados, etc. Lamentablemente en esos operativos hubo también muertos civiles israelies, pero eso, siendo doloroso, no debe oscurecer el sentido patriótico palestino de la operación “Diluvio Al Aqsa”, largamente justificado por los 75 años de crímenes sionistas cometidos contra Palestina, desde la Nakba o Catástrofe de 1948 hasta las recientes masacres del régimen sionista de Benjamin Netanyahu y su gobierno ultra reaccionario que en lo que iba de 2023, hasta agosto, había asesinado a más de 200 palestinos, incluyendo 38 niños.
Netanyahu reaccionó como el fascista que es: consideró que Israel estaba en guerra y retomó los bombardeos contra Gaza, donde reclamó a la gente que abandone sus hogares porque obviamente iba a lanzar bombas a granel contra todos y todas. El resultado fue que en las primeras 24 horas había más de 300 palestinos muertos y 1.500 heridos según el ministerio de Salud palestino. Estas cifras van a aumentar notablemente en vista de la reacción criminal de Netanyahu y sus aliados súper reaccionarios en el gobierno. El multiacusado por delitos de corrupción va por su tercer mandato como primer ministro, con 16 años en el poder y atravesaba, antes de estos sucesos, el peor período de gobierno porque desde enero pasado había manifestaciones populares amplias todas las semanas en repudio a su proyecto de reforma judicial antidemocrática.
En ese sentido la ofensiva militar de Hamas y las Brigadas Al Qassam golpearon al primer ministro en su peor momento político. En ese sentido eso era previsible, pero lo llamativo, y es el enorme mérito de aquellos sectores palestinos, es que la operación Al Aqsa se realizó sin que el sofisticado aparato israelí de espionaje y “defensa” llamado “Cúpula de Hierro” pudiera detectar ni impedir la exitosa ofensiva palestina. A Netanyahu no le duelen tanto los 300 muertos que según las crónicas tuvo su país sino, ante todo, que quedara en ridículo la supuesta inviolabilidad del estado sionista. Esta es una derrota muy dolorosa para “Bibi” y tendrá consecuencias devastadoras para su gobierno, cuando pase la ola inmediata de “unidad contra el terrorismo islámico” que no es tal. Es la respuesta patriótica y violenta ante los 75 años de genocidio y sufrimientos palestinos durante los cuales las Naciones Unidas apenas firmó algunos papeles sin traducirlos en hechos. Por caso, recién en 2012 la ONU aceptó a Palestina como observador pero tiene vetado su ingreso como miembro pleno, por decisión de Israel y EE UU, este último en el Consejo de Seguridad.
El PL de Argentina repudia la postura pro sionista adoptada por el gobierno argentino, plasmada en el comunicado de la cancillería de Santiago Cafiero y las declaraciones del presidente Alberto Fernández y el candidato presidencial Sergio Massa. Ellos condenaron “el ataque terrorista de Hamas”, se solidarizaron con el gobierno y pueblo de Israel, y ofrecieron ayuda al régimen de Tel Aviv. Una tergiversación total de lo ocurrido el 7 de octubre de 2023 y sobre todo a los crímenes sionistas desde mayo de 1948, la guerra de los 6 días en 1967, la guerra de Yom Kippur en 1973, las dos invasiones a Gaza y el bloqueo que aún dura desde 2007, etc.
Junto con esa postura sionista del gobierno peronista-massista también se alinearon los partidos de la derecha y ultraderecha opositora, con sus candidatos Patricia Bullrich y Javier Milei, además de Juan Schiaretti y Massa. En el neofascista Milei se trata de una postura coherentemente reaccionaria porque hace tiempo dijo que de ser presidente él se alinearía con Estados Unidos e Israel. Los 4 candidatos de la derecha mantienen en este punto una confluencia antipalestina. La honrosa excepción es Myriam Bregman, de izquierda, del FITU.
La postura de la vicepresidenta Cristina de Kirchner fue negativa también porque condenó “toda violencia”, o sea sería tan culpable la parte palestina de Hamas como Netanyahu, un refrito de la reaccionaria teoría de los dos demonios. Acá el único demonio era el dictador Jorge R. Videla y allá el único dictador es Netanyahu.
El PL como partido marxista-leninista-sanmartiniano tiene diferencias políticas e ideológicas con Hamas, pero le reconoce su condición de organización combativa palestina y luchadora consecuente contra el sionismo. Hamas no es el otro demonio sino parte del campo palestino, antisionista y antiimperialista que merece todo nuestro respeto y apoyo. Los palestinos tienen derecho a un estado propio e independiente, con capital en Jerusalén oriental y como mínimo con los territorios de 1967. Mientras eso no ocurra habrá más enfrentamientos como los del 7 de octubre de 2023 y la razón estará de parte de Palestina, al margen del torrente de mentiras que viertan el imperialismo yanqui y europeo, la derecha mundial y los gobiernos prosionistas como el de Argentina, con la ayuda de la jauría de medios de incomunicación hegemónicos que pintan a los palestinos como violentos y a los sionistas como unos niños de pecho.
¡Palestina vencerá!
¡Solidaridad de los pueblos con Palestina!
¡Abajo el sionismo y el imperialismo!
¡Por un frente mundial antiimperialista, antifascista, antisionista y por la paz mundial!
SECRETARÍA DE RELACIONES INTERNACIONALES DEL PL.