“(…) Un saludo muy especial y afectuoso a la isla de la dignidad y del coraje, un bastión moral y resistencia, que no se deja doblegar ante ninguna adversidad, y tierra del comandante Fidel Castro”, afirmó el dignatario al intervenir en Caracas en el foro integracionista.
Sostuvo que porque el ALBA-TCP es más que un proyecto político, es un símbolo de resistencia viva ante las injusticias y la dominación, es una resistencia que alza su voz frente al bloqueo injusto y criminal, económico, comercial y financiero contra Cuba.
“Una afrenta que busca doblegar la dignidad de un pueblo que ha sido ejemplo de resistencia para el mundo entero”, reiteró el dignatario.
Advirtió que el ALBA-TCP es también una voz firme y permanente de denuncia contra las medidas coercitivas, unilaterales impuestas arbitrariamente contra a Venezuela y Nicaragua.
Subrayó que estas reprochables medidas representan no solo una violación del Derecho Internacional, sino un ataque directo a la soberanía y el bienestar de los pueblos.
“En su compromiso inquebrantable con la vida -enfatizó Arce-, el ALBA-TCP condena sin titubeos las acciones genocidas en Palestina, donde cada día se perpetra una tragedia humanitaria ante la mirada cómplice de quienes dicen defender los derechos humanos”.
Abogó el mandatario por los derechos del pueblo palestino que con dignidad lucha por su inalienable derecho a existir y por su autodeterminación.
Recordó que los países miembros del ALBA-TCP concurrieron este sábado a Caracas para celebrar juntos los 20 años “de un pacto que nació del abrazo entre dos gigantes, el comandante Fidel Castro Ruz y Hugo Chávez Frías”.
Significó que ese abrazo comenzó a tejer el futuro con los hilos de la dignidad, la solidaridad y la justicia social, y al mismo tiempo testimonió la celebración de los pueblos de la región por la derrota y el fracaso del proyecto anexionista del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas).
Consideró que desde su génesis, el ALBA puso en el centro al ser humano, la idea irrenunciable de que un mundo mejor es posible.
“Hoy, el Estado Plurinacional de Bolivia (…), reafirma una vez más su convicción y compromiso con esta alianza (…), dijo.
Destacó Arce la urgencia, la necesidad y el deber de hacer del mundo una zona de paz.
“Desde el ALBA-TCP celebramos la llegada de un amanecer multipolar en el que los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) emergen como un símbolo de esperanza y equidad”, sostuvo.
Ratificó que Bolivia, con sus raíces indígenas y su vocación integradora, se compromete a construir puentes y a continuar alentando la naturaleza participativa de la alianza con proyectos que involucren y beneficien a los pueblos indígenas originarios, campesinos y afrodescendientes.
“Que ese abrazo que marcó nuestra historia siga extendiéndose, porque el ALBA no es solo una alianza, es una promesa de futuro, una resistencia viva, un instrumento para los más desposeídos, y un recordatorio de que juntos como pueblos somos invencibles”, concluyó Arce.
Este foro integracionista fue fundado el 14 de diciembre de 2004 en La Habana por los líderes históricos de Cuba y Venezuela, mediante la rúbrica de una Declaración Conjunta y el Acuerdo para la Aplicación del ALBA.
Bolivia ingresó en abril de 2006, de manera coincidente con la incorporación del Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP), que propone intercambios sobre la base de la complementariedad, solidaridad y cooperación.
En la actualidad, conforman esta estructura anticapitalista Cuba y Venezuela (integrados en 2004); Bolivia (2006), Nicaragua (2007); Dominica (2008), Antigua y Barbuda (2009); San Vicente y las Granadinas (2009), San Cristóbal y Nieves (2014); Granada (2014) y Santa Lucía (2021).