La idiotez estupidez se impone en ciertos países donde parte de su casta política devienen en personajes circenses, que han ganado el acceso a la presidencia de un país y dirigen la economía de este.
Un país como Argentina por el que guardo un entrañable cariño: amigos maravillosos, visitas que siempre te dejan el deseo de volver y sobre todo el hecho que, a pesar de problemas, crisis, corralitos, y peleas partidarias eternas mantienen una creación cultural en literatura, música, filmografía, capacidad creativa en amplias esferas del quehacer humano.
Una Argentina que no merece a estos personajes más propios de un escenario en un burdel de mala muerte.
Lamentablemente, bajo la administración de uno de los personajes más payasescos que haya entregado la política del vecino país como es este Sr. Milei, a estas alturas claramente desquiciado y un referente para otros trastornados en mi país: Chile, que bajo el concepto de lo libertario pretenden acabar con el estado como si al llegar a la administración de este no tuvieran la misma conducta delictiva que suelen criticar y esgrimir como punta de lanza en sus campañas.