El proyecto presentado por el Gobierno busca aumentar el monto de las jubilaciones ahora, pero ha enfrentado obstáculos de la derecha en el Congreso Nacional, sobre todo en lo referido al destino del seis por ciento extra que las empresas deberán pagar por cada empleado.
Al mediodía de este lunes vence el plazo para que el Ejecutivo presente las indicaciones a la iniciativa y se espera que el miércoles o jueves se someta al voto de la comisión.
De aprobarse, pasaría al pleno del Senado y luego a la Cámara de Diputados, pero no está claro si el trámite en el Parlamento se terminará antes del receso legislativo del mes de febrero.
Para la ministra vocera del Gobierno, Aisén Etcheverry, sería un fracaso del sistema político en su conjunto si la reforma no se aprueba en el mes de enero.
Esto no es un proyecto del Gobierno, esto es una necesidad del país que se tiene que resolver y donde todo el sistema político está llamado a construir un acuerdo, dijo la portavoz en entrevista con el programa Estado Nacional.
La semana pasada la titular de Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, instó a concentrarse en lograr soluciones y pidió a la oposición no seguir buscando excusas sin fundamento.
Para el alcalde de la comuna de Maipú, Tomás Vodanovic, es hora de poner el bien del país por delante, dejar los cálculos mezquinos de lado, la calculadora electoral y entender que las personas mayores no pueden seguir esperando un día más.
El modelo previsional en Chile fue instaurado en 1980 durante la dictadura de Augusto Pinochet y por más de 40 años las Administradoras de Fondos de Pensiones han utilizado los ahorros de los trabajadores para especular en el mercado financiero.
Pese a obtener ganancias millonarias, entregan a los adultos mayores jubilaciones de miseria.
Según la encuesta Pulso Ciudadano, publicada recientemente, 74,5 por ciento de los entrevistados manifestó estar muy de acuerdo o de acuerdo con que el país necesita una reforma a este sistema.