Ello, junto con el sacrificio, la lucha y el trabajo duro y creativo de todo el pueblo y el Ejército, y el apoyo y la ayuda de amigos internacionales han contribuido a la consecución de tales resultados, señaló el máximo dirigente partidista en un extenso artículo referido al 95 aniversario de la fundación del PCV.
“En tiempos difíciles y desafiantes nuestro Partido ha demostrado claramente su temple y solidaridad, siendo un bloque unificado en voluntad y acción”, apuntó Lam antes de precisar que la misión actual del PCV es dirigir y llevar al país a una era de desarrollo, prosperidad y fortaleza, construyendo con éxito un Vietnam socialista.
Al respecto, enfatizó que hoy la máxima prioridad es implementar con éxito los objetivos estratégicos para 2030, a fin de que Vietnam se convierta en un país en desarrollo con una industria moderna y un ingreso promedio alto, y en 2045 sea ya una nación socialista desarrollada y de altos ingresos.
De acuerdo con To Lam, “para seguir asumiendo esa responsabilidad histórica, el Partido debe fortalecerse constantemente, mantener su carácter revolucionario, mejorar su capacidad de dirección y gobierno, su fuerza de combate y mantener estrechos vínculos con el pueblo”.
El PCV – remarcó – debe renovarse siempre, rectificarse, promover la democracia interna, construir un equipo de cuadros fuerte, limpio, firme en los objetivos e ideales del Marxismo-Leninismo y el pensamiento de Ho Chi Minh.
En ese sentido, puntualizó que, ante las nuevas exigencias de la causa revolucionaria, especialmente en el contexto de la profunda integración internacional y los desafíos que plantea la situación mundial, resulta necesario centrarse en siete grupos de cuestiones claves.
La primera de éstas, dijo, es mantenerse apegados a los objetivos e ideales del Partido, que nació con la misión de dirigir la revolución, representar los intereses de la clase obrera, del pueblo trabajador y de toda la nación vietnamita.
En segundo lugar, mejorar constantemente el sistema teórico del PCV y resumir las prácticas, lo cual requiere mirar directamente a la verdad, evaluar con precisión los resultados, señalar con franqueza y objetividad las limitaciones y deficiencias, identificar los “cuellos de botella” que obstaculizan el desarrollo y proponer soluciones innovadoras.
Además, “seguir construyendo y rectificando un Partido limpio y fuerte”, para lo cual el trabajo de prevención y lucha contra la corrupción, la negatividad y el despilfarro debe seguir desarrollándose de manera decidida, sincrónica, integral y metódica, sin zonas prohibidas ni excepciones.
Otras de las cuestiones clave son consolidar la organización y el aparato del sistema político hacia su funcionamiento racionalizado, eficaz y eficiente, y la formación de un equipo de dirigentes con fuerte voluntad política, una ética clara, alto sentido de responsabilidad, y verdaderamente ejemplar, honesto y dedicado a servir al pueblo.