Se trata de Fernando Sainz Merino, que en 1980 torturó al menos a tres personas en Barcelona. Posteriormente, entre 1992 y 1999, en Gipuzkoa, bajo su responsabilidad, la policía torturó a 100 personas, por lo menos.
Premiada en los Goyas y publicitada hasta el hartazgo, la película “La infiltrada” que, siempre se dijo, está basada en hechos reales, trata de cómo un jefe de policía española ordena a Elena Tejada (interpretada por Carolina Yuste) infiltrarse en ETA.
A pesar de basarse en hechos reales, nunca trascendió quién fue, en la vida real, el policía que ordenó la infiltración (Luis Tosar en la película). Pero, recientemente, El Mundo se encargó de revelar que este, el responsable de la infiltración, era el comisario Fernando Sainz Merino.
El propio Tosar llegó a decir en algunas entrevistas que el policía “anónimo” que interpreta en la película era conocido anteriormente en las comisarías con el apodo de Inhumano. Lo que nunca dijo el actor, no sabemos si por ocultarlo o por desconocimiento, es que era un torturador. que practicó y facilitó tan deleznable ejercicio en Catalunya y en Euskal Herria.
Los torturados en Barcelona, en la comisaría de Vía Laietana, fueron tres militantes independentistas detenidos en 1980. Antoni Massagué, Ferran Jabardo y Xavier Barberá, del grupo Exèrcit Popular Català, fueron los primeros en identificar a este agente, junto con otros cuatro policías, por las torturas que habían sufrido.
Sainz Merino ingresó en la Policía española en 1974, todavía durante el franquismo. Cuando practicó las torturas en Vía Laietana llevaba seis años ejerciendo de policía. Por estas torturas, que fueron denunciadas, no hubo juicio en España. Llevado el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, este falló a favor del policía.
Como hemos señalado, Fernando Sainz Merino también ejerció como jefe de policía en Gipuzkoa entre 1992 y 1999, principalmente en la lucha contra ETA. Trabajó mano a mano con el siniestro Enrique Rodríguez Galindo de la Guardia Civil, condenado, éste, a 71 años de prisión en 2000 por el secuestro y asesinato de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala. Durante esa época, bajo el mando de Sainz Merino, fueron torturadas muchas personas; al menos 100.
En 1998, Sainz Merino fue nombrado “asesor antiterrorista” de la Policía. Al principio compaginó este trabajo con sus responsabilidades en Gipuzkoa; posteriormente se centró en su segundo nombramiento. Actualmente, está jubilado.