El registro que realiza la Plataforma Infancias y Adolescencias (PIAS) recoge siete adolescentes baleados, cinco niños heridos de bala y un adolescente asesinado en lo que va de año.
La lista no incluye a un bebé que murió de varios disparos en enero en el Cerro, municipio de esta capital marcado por el enfrentamiento de bandas que se disputan el mercado de las drogas.
Tampoco está el homicidio de un niño de seis años ocurrido la víspera en el departamento de Rivera, en el norte del país.
PIAS protagoniza la campaña “No son balas perdidas”, y afirma que los incidentes evidencian las violencias a las que están expuestos cada vez más los menores y adolescentes en el país.
Recuerda que desde el hospital pediátrico Pereira Rossell, de referencia nacional, se advierte sobre el incremento de infantes que ingresan al centro médico con heridas de bala.
Datos oficiales indican que la violencia en los territorios resulta la principal causa de las agresiones a los niños y adolescentes en los últimos cinco años.
La segunda más predominante fue la violencia intrafamiliar.
Entre 2020 y 2024, el Ministerio del Interior registró un total de 91 homicidios de menores de 18 años, un promedio de 18 muertes por año, según las cifras aportadas al medio La Diaria.