El titular de esa cartera, Li Lecheng, afirmó que el país promoverá la «integración entre la innovación científica y la industrial para conectar sin fisuras las cadenas de innovación y producción».
Este esfuerzo busca facilitar la transición equilibrada entre viejas y nuevas fuentes de crecimiento y acelerar el desarrollo de fuerzas productivas de alta calidad.
Según Li Lecheng, China cuenta con un sistema industrial completo, abundantes escenarios de aplicación, un mercado de gran escala y un vasto capital humano, lo que ofrece amplias oportunidades de cooperación internacional en innovación industrial y científica.
Para profundizar la integración entre la innovación científica y la industrial, el titular anunció cuatro medidas principales.
Entre ellas figura el aumento de la oferta tecnológica de alta calidad mediante proyectos estratégicos nacionales y el fortalecimiento de las zonas de alta tecnología.
También se apoyará a empresas extranjeras para establecer centros de investigación en China y colaborar con empresas locales.
Otra iniciativa es reforzar el papel de las empresas como motores de la innovación: más de 570 empresas industriales chinas figuran entre las dos mil 500 mayores inversionistas en investigación y desarrollo a nivel mundial.
Li Lecheng señaló que se emitirán políticas para desarrollar servicios tecnológicos de alta calidad, así como plataformas nacionales de transferencia tecnológica y pruebas industriales.
En su opinión, lo anterior permitirá la rápida implementación de tecnologías avanzadas y soluciones en el mercado chino.
Asimismo, el país trabajará en la creación de un ecosistema de innovación colaborativo por lo que ampliará la apertura institucional en normas, regulaciones y estándares, con el objetivo de facilitar la circulación global de recursos innovadores.
En resumen, el titular subrayó que China mantendrá una visión de cooperación basada en apertura, conectividad, beneficio mutuo y ganancias compartidas.
El Foro de Desarrollo de China se inauguró la víspera con alrededor de 720 participantes, entre ellos Dilma Rousseff, presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo, Masatsugu Asakawa, titular del Banco Asiático de Desarrollo, así como empresarios nacionales y extranjeros, funcionarios gubernamentales, expertos y académicos, y representantes de organizaciones internacionales.