Finlandia planea destinar casi 23 millones de dólares a la planificación y al menos 1.700 millones de dólares a la construcción de una nueva línea ferroviaria que conectará este país del norte de Europa con sus vecinos, Suecia y Noruega, algo que facilitaría las preparaciones militares de la OTAN.
Según medios locales, el proyecto Rail Nordica promueve la movilidad militar y la seguridad de los suministros, así como satisface las necesidades de la Alianza Atlántica. Además, indican que, al arrancar este plan, «Finlandia rompe sus últimos lazos simbólicos con Rusia» porque implicará una transición gradual al ancho europeo de vías férreas, es decir, 90 milímetros más estrecho que el habitual.
No obstante, las obras comenzarán dentro de cinco años como muy pronto y la primera fase afectará solo un tramo de aproximadamente 30 kilómetros de vías férreas, desde el paso fronterizo con Suecia, Haparanda-Tornio, hasta Kemi.
Helsinki espera recurrir a la cofinanciación de la Unión Europea, mientras que el reglamento comunitario exige a los Estados miembros que estudien, planifiquen y promuevan el ancho de vía europeo. En opinión de las autoridades locales, deshacerse del espacio entre los rieles también garantizaría un transporte más eficiente entre los países nórdicos y una conexión más estrecha con Occidente.