
El artículo parte de la afirmación del diario de que las relaciones entre China y la UE han experimentado señales «positivas y preocupantes» en los últimos días.
En días pasados, consigna el diario, el ministro de Comercio chino, Wang Wentao, se reunió por videoconferencia con el comisario europeo de Comercio y Seguridad Económica, Maros Sefcovic, y ambas partes acordaron aunar esfuerzos para alcanzar un acuerdo, realizar una sólida preparación económica y comercial para la importante agenda China-UE de este año, así como promover el desarrollo sano, estable y sostenido de las relaciones económicas y comerciales entre China y la UE.
Un día después, la Comisión Europea anunció que la UE restringirá el acceso de los fabricantes chinos de dispositivos médicos a contratos públicos por valor superior a 5 millones de euros (5,7 millones de dólares), una medida que, apunta el diario, se considera un agravamiento de las tensiones comerciales entre China y la UE.
Ante esta situación, el medio afirma que mientras que este año se conmemora el 50.º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y la UE, lo que podría representar una oportunidad clave para impulsar el desarrollo sano y estable de los lazos bilaterales, el Eurobloque ha enviado reiteradamente señales negativas.
«Además del resurgimiento de las restricciones comerciales contra China, altos funcionarios de la UE también han hecho declaraciones hostiles sobre China en importantes foros internacionales como el Diálogo de Shangri-La y la Cumbre del G7. Anteriormente, incluso hubo informes de prensa que afirmaban que la UE no tenía intención de celebrar una reunión económica con China. Todo esto, sin duda, ha socavado el impulso hacia una mayor estabilidad y desarrollo en las relaciones bilaterales, y perjudica más que beneficia a la propia UE», sentencia el artículo.
China siempre ha abordado su relación con Europa con sinceridad, expone el diario. Sin embargo, añaden, da la impresión de que el comportamiento reciente de la UE esté vinculado a que Bruselas busca recuperar la simpatía de Washington o compensar las pérdidas en sus relaciones con China mediante medidas proteccionistas o tácticas de presión, algo que «no es realista ni digno».
«La UE no puede centrarse únicamente en sus propias demandas, ignorando las legítimas preocupaciones de China. Esa no es la manera correcta de interactuar con China», afirma la publicación.
«Las relaciones entre China y la UE han sido durante mucho tiempo una de las relaciones bilaterales de mayor importancia estratégica del mundo. Juntas, China y la UE representan más de un tercio de la economía mundial y más de una cuarta parte del comercio mundial, con un volumen comercial diario promedio que supera los 2000 millones de euros. Esto representa no solo una gran oportunidad para el desarrollo económico de ambas partes, sino también una base sólida para resistir conjuntamente la ola de proteccionismo y promover el crecimiento inclusivo», apuntan.
Como dos grandes fuerzas que impulsan la multipolaridad, dos grandes mercados que impulsan la globalización y dos grandes civilizaciones que abogan por la diversidad, el desarrollo sano y estable de las relaciones entre China y la UE beneficia a ambas partes y es, además, una responsabilidad compartida, señala el diario.
Al repasar los 50 años de relaciones entre China y la UE, la lección más importante, concluye el GT, es que ambas partes deben adherirse a su posición de socios, respetar los sistemas sociales y las vías de desarrollo elegidas por sus respectivos pueblos y respetar los intereses fundamentales y las principales preocupaciones de cada uno.