Fuentes bien informadas dijeron al canal de televisión Al-Manar que “la sesión gubernamental para discutir la cuestión de las armas es el resultado de la presión estadounidense y árabe”.
Las fuentes indicaron que “los países árabes interesados buscan cerrar el debate sobre el tema de las armas, independientemente de los continuos ataques israelíes contra el Líbano. Creen que el tiempo corre a su favor, temiendo las complicaciones de la vía estadounidense-iraní, que podrían obstaculizar el proceso de normalización e impedir la inclusión del Líbano en él”.
Las fuentes también enfatizaron que “discutir el tema de las armas en el gobierno podría servir como detonador interno”.
Sin embargo, según las fuentes, “las partes involucradas son conscientes de la magnitud de los riesgos y saben cómo sortear estos obstáculos sin encender una mecha que pueda amenazar la estabilidad interna”.