
Sucedió en el hospital de la ciudad siria de Sweida. Militares armados irrumpieron en el lugar; también se puede observar a otro individuo vestido con un chaleco que dice: Comando de Seguridad Pública. Mientras los trabajadores de la salud están sometidos y amenazados en el suelo, dos de los uniformados disparan a bocajarro contra uno de ellos que previamente han empujado. Cuando se lo llevan a rastras, la persona asesinada deja un visible reguero de sangre en el suelo. Esta es la nueva Siria, la surgida tras el derrocamiento de Bashar al-Ásad. Ahora, la llamada comunidad internacional mira para otro lado.