Con diversas actividades, la embajada de Nicaragua en la República Popular Democrática de Corea, celebró el 46 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones.
El 21 de agosto de 1979 Nicaragua estableció las relaciones con Corea Democrática, basadas en la camaradería revolucionaria a lo largo de la historia.
El embajador Manuel Modesto Munguía Martínez, presentó ante la Cancillería de ese país, el Mensaje de saludo de los Copresidentes Daniel Ortega y Rosario Murillo Zambrana, al pueblo y Gobierno de la República Popular Democrática de Corea y a su presidente, el Mariscal Kim Jong Un.
En la misiva se expresa el reconocimiento a su liderazgo y a su gran disposición para fortalecer las relaciones de amistad y cooperación con Nicaragua.
El mensaje fue recibido por el vicecanciller Jong Dong Hak, quien agradeció el saludo del gobierno y el reconocimiento al liderazgo de Kim Jong Un, mismo que ha permitido fortalecer la defensa de esa nación, en contra de sus enemigos.
El funcionario coreano recordó la tradicional relación de camaradería entre los dos países y reconoció la lucha antimperialista de Nicaragua, que, siendo un país pequeño, tiene una voz fuerte a nivel internacional, en defensa de su soberanía y la de otros pueblos del mundo. Hizo votos para que la celebración del 80 aniversario del Partido del Trabajo de Corea, permita fortalecer aún más las relaciones.
Munguía visitó el monumento dedicado a los Camaradas Kim Il Sung y Kim Jong Il, así como el sitio histórico del arco del triunfo, que conmemora la victoria sobre el imperio del Japón después de la Segunda Guerra Mundial. En ambos monumentos se rindió homenaje a estos líderes históricos del pueblo coreano, quienes, en vida brindaron gran solidaridad a la Revolución Sandinista, durante la guerra de agresión imperialista de Estados Unidos en contra del pueblo nicaragüense, en los años 80 del siglo pasado.
Finalmente, se realizó visita al Museo del Metro de Pyongyang, que rinde homenaje a la construcción de esta obra emblemática del pueblo coreano. El museo recrea todo el proceso de construcción y rinde homenaje al trabajo heroico de los obreros y técnicos que hicieron posible la obra, así como el reconocimiento al liderazgo y al cuidado de los camaradas Kim Il Sung y Kim Jong Il, en la planificación y ejecución del proyecto.